Isabella Ching marca sus propias reglas a la hora de maquillarse. Payasos, flores, colores imposibles... sus maquillajes son una mezcla explosiva que ha cautivado a miles de seguidores.

Isabella reside en Madrid y al contrario de lo que pueda mostrar en sus fotografías, ella se define como una persona tímida e introvertida. Siempre tuvo interés por el dibujo, y a raíz de ser modelo comenzó a interesarse por esta técnica. Aunque fue un momento personal difícil lo que hizo que empezara a utilizar el maquillaje como vía de escape y compartirlo en sus redes sociales. “Empecé a sentir que había encontrado algo que me gustaba y me hacía feliz porque en ese momento estaba muy perdida” cuenta Isabella.

Maquillaje inspirado en el tríptico “El jardín de las delicias” de el Bosco.

Aunque siente predilección por los maquillajes de payasos también ha utilizado su cara como lienzo para dibujarse obras inspiradas en artistas como Basquiat, Matisse o el Bosco

Sus maquillajes son una verdadera obra de arte. Desde la composición y los dibujos hasta la elección de los colores. Aunque siente predilección por los maquillajes de payasos también ha utilizado su cara como lienzo para dibujarse obras inspiradas en artistas como Basquiat, Matisse o el Bosco. Isabella también apuesta por emborronar sus maquillajes, consiguiendo un efecto imperfecto con el que se salta las normas clásicas del visagismo. Además, en cada una de sus imágenes, no solo muestra un maquillaje espectacular sino también una puesta en escena en la que es fundamental escoger el fondo y vestuario adecuado para resaltar al máximo su obra.

Ahora, además de maquillarse a ella misma, también trabaja como profesional del sector, ejerciendo de maquilladora en desfiles y editoriales de moda. Isabella Ching ha llegado para quedarse.