La imperfección en las manos de Julieta Álvarez
Las manos de Julieta transforman la arcilla en joyas imperfectas. Su capacidad para desconectar de lo accesorio, la llevan a conectar con la pieza de la misma forma que con la vida, a lo bestia.
La obsesión por la perfección no es una opción para la diseñadora y ceramista madrileña. Desde su casa taller en el centro de Madrid, Julieta crea piezas de cerámica que van desde la joyería hasta la escultura, tan auténticas y singulares, que la han llevado al reconocimiento nacional e internacional. Las creaciones de Julieta Álvarez pueden encontrarse en desfiles, museos o en grandes epicentros de moda como lo son Londres, Paris, Viena o Tokio.
Sus piezas son elaboradas desde el silencio y la abstracción. Un encontronazo con la arcilla igual que con la vida, a lo bestia, que le lleva a dejar a un lado la parte racional de la creación y actuar de forma intuitiva, afrontando forma y color al mismo tiempo, dejándose inspirar por la naturaleza, el arte e internet.
La gente que se identifica con Julieta Álvarez huye de lo industrial, persigue la poética de lo imperfecto e irregular, de lo simple, el arte de eliminar lo que sobra.