Con estos tres ingredientes -además de un poco de aceite, y gracias a la potencia del motor de nuestra Chefbot- obtendremos una pasta dulce, con un profundo sabor a chocolate y sin azúcares refinados añadidos. Además, aguanta mucho tiempo en la nevera y tiene aplicaciones variadísimas: desde darle forma de bolita -que podemos cubrir con un poco más de cacao en polvo o chocolate fundido- para conseguir un sabroso snack hasta usarlo como base para preparar galletas saludables mezclándolo con plátano maduro aplastado y copos de avena. También podemos untarlo sobre una tostada o mezclar una cucharada con un yogur natural para un desayuno o merienda sabroso y energético. Hay que tener en cuenta que el frío de la nevera hace que la pasta se vuelva más dura y difícil de manipular; si sacamos la ración deseada con una cuchara y la dejamos a temperatura ambiente, se volverá manejable en muy poco tiempo.
Productos con los que prepararla
Ingredients
- 200 g de dátiles sin hueso
- 100 g de pistachos tostados (pelados y sin sal)
- 2 cucharadas de aceite de girasol (de oliva suave u otro aceite de sabor neutro)
- 2 cucharadas de cacao puro sin azúcar (unos 30 g)
Instructions
- Poner los dátiles en remojo en 1 l de agua fría, y dejarlos durante una o dos horas en la nevera.
- Escurrir bien los dátiles con ayuda del cestillo de vapor. Poner el accesorio cuchilla en el vaso de la Chefbot. Añadir los dátiles remojados y escurridos, los 100 g de pistachos, las 2 cucharadas de aceite (30 ml) y las 2 cucharadas (40 g) de cacao puro. Programar 1 minuto a velocidad 10 y cerrar.
- Abrir el vaso de la Chefbot y, con ayuda de la espátula, empujar hacia abajo lo que haya quedado en las paredes del vaso. Programar 2 minutos a velocidad 10 y cerrar.
- Abrir el vaso de la Chefbot y, con ayuda de la espátula, empujar hacia abajo lo que haya quedado en las paredes del vaso. Programar 2 minutos a velocidad 10 y cerrar.
- Abrir el vaso de la Chefbot y, con ayuda de la espátula, pasar la pasta a un tarro o un táper y guardarla en la nevera. Antes de consumir, dejarla a temperatura ambiente para que sea más manejable (el frío es necesario para alargar su conservación, pero hace que se endurezca).