Es una de las salsas para pasta más populares de la gastronomía italiana, pero puede convertirse en el acompañamiento perfecto de quesos cremosos como la burrata o en un paté para untar tostadas. Aligerado con un poco de zumo limón es una buenísima vinagreta: tener un tarro de pesto es tener la seguridad de que vas a comer bien, haya lo que haya. Además, si lo guardas en la nevera en un tarro bien tapado y cubierto con un poco de aceite para que no se oxide al contacto con el aire, dura muchísimo.
Productos con los que prepararla
Ingredientes
- 150 g tallos de albahaca enteros
- 60 g piñones
- 35 g parmesano
- 35 g queso pecorino o queso de oveja seco
- 150 ml aceite de oliva virgen extra (más dos cucharadas para cubrirlo)
- 1 diente de ajo
- Una pizca de sal (si es necesario)
Elaboración paso a paso
- Eliminar los tallos de la albahaca y reservar las hojas.
- Tostar los piñones en una sartén a fuego mínimo, sin perderlos de vista y removiendo continuamente. Dejar enfriar y reservar.
- Abrir la Chefbot. Sacar el accesorio removedor y poner la cuchilla. Añadir la albahaca, el ajo, los 70 g de quesos en trozos pequeños y la mitad del aceite (75 ml). Programar 5 segundos a velocidad 5 y cerrar.
- Abrir la Chefbot y empujar hacia abajo con la espátula lo que haya podido quedar pegado en las paredes. Probar y rectificar de sal. Programar 5 segundos a velocidad 6 y cerrar.
- Abrir la Chefbot y empujar hacia abajo con la espátula lo que haya podido quedar pegado en las paredes. Probar y rectificar de sal. Programar 5 segundos a velocidad 8 y cerrar.
- Abrir la Chefbot y, con ayuda de la espátula, pasar el pesto a un táper o tarro. Añadir el resto del aceite, mezclando bien con un tenedor o la misma espátula. Guardarlo bien cerrado en la nevera, cubierto con dos cucharadas de aceite para alargar su conservación.